Hay cruces en los cruces de caminos
Para guiarte en tu destino.
Hay cruces en los umbrales de ermitas, iglesias, humilladeros,
Para responso de oradores y arrepentidos.
Hay cruces sagradas y profanas.
Hay cruces solitarias.
Y abandonadas de tiempos pasados.
Hay cruces de piedra sobre piedra
Como hitos marcando la senda
que en esta vida te ha de guiar.
Hay cruces entre pinos, abetos, robles…
para ceremonias clandestinas.
Hay cruces en la piel de los penitentes
grabadas a sangre y fuego.
Hay cruces en casas abandonadas
De almas que dejaron su impronta miseria.
Hay cruces de matices variados
Blancas, negras…
egipcias, griegas…
Cruces hermosas como Giocondas
Cinceladas por maestros ilustres.
Hay cruces en las alturas
Abrazando el cielo etéreo.
Hay cruces de muerte y de vida
De irreconciliable hermandad.
Hay cruces que desgarran la vida
Y resarcían a la muerte en la edad.
Y cruces que murmuran…
Susurrando la levedad del delirio.
Cruces delatoras…
En calvarios rodeado de maleantes.
Cruces de Calatrava, Santiago…
Hay cruces para todos y para ninguno.
cruces a la sombra de nuestro sino.