Dos puntitos traslucidos
De tus ojos emergieron
Tristes, tétricos y humedecidos
Tus labios, como tus ojos enmudecieron.
Diáfanas, cristalinas
Por tus mejillas corrieron
Hasta llegar a las colinas
Blancas de tu cuerpo me envolvieron.
El titilar triste de tus luceros
Parecen danzar al son del viento
Ya no sé si son lagrimas o aguaceros
Las que salen y riegan el firmamento.
El alma, el alma ¡cómo me duele!
Al mirarte en silencio llorar
Cuanto anhelo que el tiempo consuele
Este corazón cansado de soñar.
Lagrimas que duelen
Tan profundo en el corazón
Ráfagas de dolor que te envuelven
Y me hacen divagar sin razón.
Enjugar tus lagrimas quisiera
Por toda la eternidad amor mío
Y que tu dulce reír en tu faz exhibiera
El amor que está en tu pecho escondido.
Ángel R. Anaya Puerta: Todos los derechos reservados a su autor
Código de registro No. 92022840012.