Tú, eres luz que alumbra el firmamento
tu mirada incandescente penetra las tinieblas
se enciende el bosque y ruge el viento
y allí muy lejos algunos cantan antiguas deblas.
Tus largas pestañas rozan las nubes
como una caricia de terciopelo
provocando una infinidad de ondas
que se propagan en todo el cielo.
Las estrellas se unen al concierto
titilando como luciérnagas,
su majestad la luna llega en silencio
envuelta en un velo espeso,
avanza a ciegas.
Detrás de ella vienen las damas de compañía
sujetando cada pico de la larga cola de su ropaje,
con hilos de plata azul oscuro tejido para la ceremonia,
frente al altar de pie, erguido, el oficiante.
La luna llega hasta el altar y se da la vuelta
para enfrentar el público de la galaxia,
que vino a festejar con ella
a todos sonríe alegre relajada desenvuelta.
Hoy la coronan Reina de la noche
por ser tan elegante tan serena,
por alumbrar el camino en derroche
de todos los caminantes es la sirena.
Con la lámpara de tus ojos errantes
el cielo iluminas de tus destellos
muestras el sendero a los amantes
acaricias los arboles con tus hoyuelos.
Merche DemBar
25.9.10