Me alejé de ti… así de pronto,
no lo pensé.
Tomé la decisión abruptamente,
sin meditarlo decidí sacarte de la mente.
Resolví apartarte del corazón…sin mayor explicación,
sin dar espacio a ningún remordimiento,
apagando al más exiguo sentimiento.
Me alejé de ti sin medir la soledad,
sin pensar en el dolor que causaría tanta ausencia,
sin imaginar siquiera lo difícil que sería.
Debí suponer que tal vez te extrañaría.
Pero me pudo más la decepción de verte compartida.
Me dolió más la herida de verte inquieta,
y no pude soportarte así coqueta…
seductora y presumida…
infiel.
No pude tolerar verte sonreírle a otro,
y fue la razón de mi desilusión.
Por eso me alejé de ti… calladamente,
y me escondí detrás de este silencio.
Agarré la senda del olvido,
me revestí de indiferente…
para soportar mi cobardía.
Hui así de tu existencia,
hui muy lejos de tu vida,
y abandoné mis sueños fracasados
en las alforjas de mi melancolía.
Me alejé de ti así de pronto…
decidí no regresar,
y preferí morir de pena…
morir de pena.