Diego Nicolás García Contreras

Botón valiente

Tengo respuestas gritándome todo el tiempo allá arriba, y a medio mundo alentando mi partida, desde lejos...

Y me desvisto en instantes absurdos para armonizar la búsqueda el sentido...

Y la verdad es que en el intento soy tremendo linyera, un sinvergüenza y un cretino, un felino que observa, la próxima presa...cada corazón vibrante en el que encontrar una caricia, o una pregunta...

Que saca las garras del silencio...

Y araña su carne para roer las delicias...

Del paladar y la aventura...

De lo espontáneo y tu cintura...

Que es la viva rama de los buenos tiempos...

En dónde era tan dúctil, tan dulce y mutable...

Cuando todo convertía en abrazo...

Ahora, te abrazo desde lejos para no desollejarte con mi verano...para no despedazarte con mi veneno...

 

Porque soy conciente de que tengo frío...

En los dedos del alma...que no se entran nunca...bajo las sábanas...

Y siguen recibiendo respuestas que los oxidan...

Hoy contigo solo quiero preguntas...

Descubrirte cómo a un higo...

Desmembrarte cómo a un racimo...

Y lamerte como un gajo...

Pero te advierto...

Conmigo te vas directo al infierno...en una tarde de sol...lloviendo...

Con tal de volver a sentirlo...

Caen frutas al piso...

Y las piso...

Erguen ramas distantes y la amo...

Arriba se ven limones...

Endúlzalos...yo te cargo...

Aunque la salvia corra por mis hombros...