Hoy, los recuerdos
me llevan a la infancia
y hasta la escuela.
La vieja clase
con altas cristaleras
y sus pupitres.
Delante estaba
la mesa y la tarima
del profesor.
Y nuestros libros
abiertos y esparcidos
ante los ojos.
La mente en blanco,
quizás en otros lados
fuera del aula.
En los oídos
la música, sublime,
de la lección.
\"Cuatro por cuatro...\",
(lectura del Quijote),
\"cinco por cinco...\"
Y los recreos
el rato de anarquía
y de los juegos.
Y nuestras voces
gritando y festejando
con los gorriones.
Luego la paz
de tardes y de estudios
y a dormir bien.
Así pasaron
los años de la infancia
que hoy los añoro.
Rafael Sánchez Ortega ©
12/12/22