La verdadera amistad
no requiere de rituales,
de comentarios triviales,
sólo requiere verdad;
ese saludo cordial,
que al leerlo tú bien sabes,
de tanta dicha no cabes,
que es sincero y cabal;
bella lluvia de emociones
alegran tu corazón,
recuerdos, que son pasiones
siempre pintadas de amor:
son vivencias, son amores,
de vibraciones, fulgor...