Te bese mientras dormías
con la calma de nuestro viaje,
entre la mañana y la neblina
mientras sonaba el aire.
Te bese mientras te miraba
cada vez que volvía a asomarme
al espejo, mientras soñabas
entre los brazos de la tarde.
Te bese mientras observabas
que yo volvía a mirarte,
te miraba entre los brazos del alma
y la música volvía a abrazarte.
Te bese mientras hablabas
como si te besara con mis labios
hasta alicante desde Sevilla por Granada
te bese como el mar al océano.