A orillas de la playa
en una tarde de verano
Tú y yo sentados juntos
tomados de la mano
Estabas a mi lado
creerlo no podía
vi en ti tanta hermosura
linda princesa mía
Miraba yo tus ojos
miraba tu boquita
dulce lo imaginaba
entre tu tierna sonrisita
Emocionado aquel instante
tu lindo rostro acaricié
y por magia de tu encanto divino
mis labios a los tuyos junté
Sin importarnos siquiera la gente
tu cuerpecito de niña acariciaba
y en respuesta a mis caricias
tímida sonrisa me dabas
La brisa, la playa, las rocas
son testigos de lo que hicimos,
aquella tarde cuando por primera vez
te besé en la boca.