El Maestro (Soneto)
Me apodan “el maestro definido”
a la sabiduría debatieran
mis dulces panegíricos oyeran
y mostrarme de culto bien pulido.
Presumen de un amigo muy lucido
preceptor avezado cual supiera
en técnicas curtido sostuviera
la linde pedagoga de un leído.
Es cierto que les doy perseverancia
no aviso por aquello que avizoro
Y presumo de mucha redundancia.
Aprende mi saber y más ignoro
pero nunca demuestro mi ignorancia
pecando de farsante sin decoro.
Tan sublime tesoro;
Son mis dotes de ignaro como indocto
mi falta... La postura que yo adopto.