Pensaría que una pluma
escribiría mil te amos
bajo la sombra de cien amos;
pero juega la ironía o quizás
la sinfonía de tantos corazones
abandonados que al final
solo recrea palabras que el viento
acaba; en menos del tintineo de una campana.
Entonces recuerdas que el destino une
y desune lo que se hunde
Y al final solo son palabras...