Te espero tanto amor… ¿no lo sabías?
Pregunto por tu franca displicencia
que brota con total irreverencia
que mata, pero tú no entenderías.
Mas nunca tú mi amor, comprenderías,
que sufro a diario con mucha impaciencia
la pena que genera tu presencia
al ver que tú mis ojos, eludías.
Y cómo lo aniquilo el sentimiento
que nace aquí profundo en mis entrañas
que duele cada vez que tú lo dañas
pues mucho se incrementa mi tormento;
pensar, que no te importa mi lamento;
saber, que pasa el tiempo y no me extrañas.