Con tu silueta dorada,
te asomas al horizonte,
brillando a través del monte
candores de la alborada,
y entonan de madrugada
las aves su hermoso canto.
Y el resplandor de tu manto
Inunda con su armonía,
preludios de un nuevo día
Amor, belleza y encanto.
Saeta sol que recorres,
el cielo como palomas,
entre montañas y lomas
vas bendiciendo las flores
perfume que en tus albores
recogen las mariposas.
Malvas, espinas y rosas
aplauden tu nacimiento,
y vuela feliz el viento
cuando en la tarde reposas.
Bendito sol que abrigaste
del frío al desamparado,
cómo fogón que a su lado
férvido y fiel te quedaste.
Un día orgulloso volaste
bordado en una bandera.
Y el cielo que te venera
se viste con tus reflejos.
Gigante tizón que a lo lejos,
das vida a la primavera.
©Autor :
Carlos Roberto Reyes Paz.
Choluteca, Honduras.