La Tarde lame la Herida
del Árbol del Principio y de los Fines,
El Ocaso conjuga la Hora de los dioses
que escuchan el Silencio Temprano
de un Ahogo del Vapor Inmaculado
en un Horizonte que se apaga...
En los Océanos y en viejos Vendavales
Un hacha muerde las Olas...
Es la Prístina Distancia
entre un Hombre que calla
y una Luz
que deshace el Derrumbe del día...
Párpados sin Noche...
Insomnio que sordo Ciega...
Degüello del Ave que no Sueña
y de aquel Papel arrugado y sin Cara
de un Hombre que jamás Vivió...
( Patricia)