Te escribo un verso
con una flor y un beso.
Te doy la luz del alma
y mis viejos recuerdos.
Tú pueblas mis espacios,
mis rincones ya sin tiempo,
como una obra clara,
que vive donde muero.
Te doy cada palabra,
desnudo mis momentos.
Para tenerte a solas,
sabiendo que vuelas lejos.
Te escribo un verso,
una canción sin texto,
que encierra cada eco
del canto y sus silencios.