Mientras hay vida hay esperanza,
que no parece loca la esperanza,
que son ideas positivas cargadas de ilusión y de esperanza,
alrededor de la esperanza.
Tendía su vela la esperanza,
tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza,
márcame mi camino en tu arco de esperanza,
con el clamor de piedra que exigió la esperanza.
Por el mar platicador y soberbio que no depone la esperanza,
en aquel tiempo dividido por la tormenta y la esperanza,
a colocarnos la verdad en la esperanza,
en lo que fallé de veras no tiene ninguna esperanza.
En la estéril esperanza,
si por la noche no nos queda ninguna esperanza,
aprendamos a esperar siempre sin esperanza,
y no perder la esperanza.