Nadia ALMAZÁN - OFICIAL

Ni idea de título, solo pensé en ti y brotó la letra

Hay un espacio vacío,

quizás un purgatorio

o el cielo mismo.


Soñé a alguien

sin rostro,

sin voz,

En resiliencia absoluta tras las pequeñas e inevitables

muertes que atraviesan tanto;

podría decir que todo,

no una vez,

dedicado a quien resurge del ácido del alma

para recrearse así mismo,

apellejado y adolorido

dando frente.


Coincidir

para compartir una ilusión,
un mismo latido,
quién sabe si al mismo punto.

Atravesé la vida y en dos momentos apareciste tú.

Entre el juego del tiempo y sus desventuras.
Nos encontramos por tercera vez.

No sabía que podía ser yo quien alegraría el jardín de tu madre...

El presente se convirtió en oro y no me quedó más que agradecer a Dios.
Los nervios que parecen eternos
Y ni sabemos qué significa o si exista
Pero lo eterno nos convierte en gatos a los pies de la cama, que maullan a deshoras.
Y creo que... somos uno.
Existimos.
En un mililitro
En un milímetro
En la paciencia de esperarnos tantos años...

y desvanecernos en los pedacitos de nube

donde tu padre nos saluda de lejos,

donde me miras, acurrucada en tu hombro derecho

y me alimentas de ti.

 

Te soñé...

de verdad.

Te soñé.