¡Y SIGUES SIENDO EL REY!
Y fuimos el vuelo del ave en erranza
por arcos de un cielo que juntos soñamos
y en curvas de luna que abriga esperanza
colgaron brillantes nidales de tamos
Tu piel despedía el olor de confianza
la mía dudaba del vuelo que alzamos
me diste tu mano, tu arrojo y templanza
y fui tu rosal refulgente en ramos
¡Ah gloria en diamante, en pecho crecido!
Ensueño en glamor por brisa extendida
por rutas sinuosas de ámbar violeta
¡Y sigues cual rey en mi vida presente!
Así te concibas ausente insistente
en vigas del numen, que fiel te sujeta.
Beatriz Vicentelo
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