Ya viene Navidad y… ¡Qué alegría!
¡Mentiras, nunca todos son felices!
Hay niños que la pasan siempre triste,
con lágrimas que mojan sus mejillas.
El pobre y sus carencias que lastiman
les niega que en su mesa haya un alpiste,
le priva de los sueños que le dignen
su vida que la vive con sus migas.
Qué triste es cuando llegan estas fiestas
al ver a muchos niños harapientos
que cuecen en sus ojos la ternura
y clavan en el alma como flecha
miradas con los sueños medio muertos…
¡Qué pasa con el mundo y sus penumbras!