Deambulando por ahí,
divagando por triviales escenarios…
de esta modernidad cambiante,
a veces espeluznante…y otras espantosa,
pero realidad inevitable,
tan diferente a mis mejores años,
tan alejada de mis preferencias…
muy distinta a mis bellos recuerdos.
Transitando por esta abundancia de emociones banales,
extraviado, pero aún consciente,
buscando no sé qué cosa,
voy intentando distraer la mente…de los pesares cotidianos.
Viajando por este cosmos de incoherencias…
tan contrario a mi condición,
tan inexacto a mi naturaleza,
me dejo llevar por la marejada de disparates,
y procuro disfrazarme de “normal” …
pero me veo extraño.
Me doy cuenta que no puedo ser así…como los “actuales”.
Simplemente soy como soy…y no como quiere la gente.
¿Qué hace un poeta, intentando “roznar” como los corrientes?,…
me pregunto…
¿Qué hace un amante de las letras…tratando de ser vulgar…como los “ilustres” de este tiempo?,
Yo sigo aquí… a pesar de todo el desamor sufrido…aún sigo creyendo en el amor eterno.
¿Qué hace un romántico empedernido, enamorándose con actos ordinarios?
¿Dónde quedaron las cartas de amor, y los versos?
¿En qué momento se olvidaron las serenatas?
¿Por qué no se regalan besos y flores?
¿Quién descartó las afables frases de su léxico?
¿Dónde está la poesía…dónde?
Pero soy como soy.
Yo soy así, soñador…y apasionado…
impetuoso y ardiente,
un sentimental en extinción,
a veces frágil…y otras veces invencible.
Soy poeta…que se resiste a renunciar al embrujo de la palabra,
y se ilusiona con encontrar su equivalente.
Persistente... en que aún existe…ese noble ser semejante,
y sigo en busca de ese verdadero amor…ese dulce encanto.
¿Dónde estás mujer amante...dónde?