Una vez en la ciudad del Rey Davíd,
un pastorcillo solitario,
cuidando sus ovejas bajo
de un cielo nocturno,
lleno de una miriada de estrellas,
cual diamantes,
cuando de repente
sus alrededores se iluminaron
por la presencia de un mensajero seráfico,
anunciando noticias de alegría y benevolencia,
el nacimiento del Mesías.
*
El ángel le djo de no temer,
sino que dejar su rebaño
y con un regalo buscar en un establo
el pesebre del niño con su madre María.
*
El pastorcillo escogió su cordero favorito
y corrió a todo prisa para buscar el pesebre,
para mostrar su reverencia al niño salvador,
con el nombre de Jesús.
David Arthur ©®
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