Las palabras van al corazón cuando han salido del corazón,
son los que no han lanzado primero el corazón,
que me parte el corazón,
ha terminado la hora de la ceniza para mi corazón.
Eres la osita hermosa que robó mi corazón,
el pillaje del corazón,
con el corazón,
apresurémonos ya desde ahora a alegrar el corazón.
Que escondiendo sus pechos bajo un materno corazón,
resquebrajado está mi corazón,
no sabes que sólo nace en el fondo del corazón,
los grandes pensamientos nacen en el corazón.
Ahí es donde me empuja mi corazón,
derrama en mi corazón,
del desordenado amor y vano temor nace todo el desasosiego del corazón,
que ardían en su corazón.