Los niños se divierten libremente,
son pájaros que cantan de alegría;
sonríen, cuando ven las pajarillas,
que vuelan sobre ramas que florecen.
Los niños son caudales que desprenden
frescura con sus ojos cuando miran;
ternura, que se envuelve con sonrisas,
más duele cuando injustamente mueren.
Los niños son jardines coloridos
pepitas escondidas como el oro
que brillan cuando lloran sus ojitos
en busca del abrazo candoroso
y en busca del amor de un tierno nido…
¡Que abrigue su esperanza con jolgorio!