Solo tú y nada más,
solo tus ojos y tu mirar.
Sólo tú boca y tus besos,
sólo tu agua de cristal.
Sólo tu aroma al viento,
sólo tu calor al amar.
Sólo el lecho a tu fuego,
sólo tú y mi soledad.
Sólo las horas compartidas,
sólo tú mesa y tu pan.
Sólo el sentirte mía
y que vienes y no vas.
Sólo la dicha de tenerte
y de volverte a encontrar.
Sólo tus días y tus noches,
sólo tú mar y nada más.