Pude tocar las caderas
de una chica en Ammán
Jordania
pude tocar sus caderas
En días soleados
me invitó a caminar por el anfiteatro
La tomé de la mano a Yamilé
y me sonreía como un lunes de enero
Luego descendimos por la colina
y entramos a la casa de su amigo
Rabad Tuj
y me invitó café, que café!
Una delicia de café
dulce como los labios de Yamilé
y cálidos como la ciudad
más hermosa que mi memoria recuerda