Te quiero sin reservas ni medidas
pues yo te quiero a ti sin ataduras
si gozas libremente mis ternuras
será como los aires que respiras.
Te quiero sin adagios y evasivas
y quiero me regales tus dulzuras
sin límites, esperas y mesuras
que yo te entregaré toda mi vida.
Tenerte para siempre es mi deseo.
Sentirte junto a mí cada mañana;
pensar, que para siempre yo te veo,
tendida aquí en mis brazos y en mi cama
ardiendo del amor como las llamas
que allanan corazones sin rodeo…