Tengo un reloj helicóptero
que descansa en el aire
y se entretiene para mirar
el tic tac de los pájaros.
A veces me invita a volar
pero yo estoy bajando de mi nube,
entonces suelta una sonrisa
y me dice tan risueño:
¡No tengo prisa!
Me gusta cuando las tórtolas
van a visitarlo;
mi reloj helicóptero baja a la hierba
y les regala minutos
sobre las espigas de oro.
Hay otros helicópteros
pero ellos no saben
cuando las horas se ponen tristes
o los minutos juegan a cantar bajo la lluvia.
Hoy lo dibujé sobre un papel
y cuando quería pintarlo de azul
una mariposa me pidió el color
para una ala invisible.
Mi reloj helicóptero
levantó un vuelo sobre el arcoiris
y parece que fue a encontrar colores
que se esconden cuando tengo pena.
Tic Tac, canta y ríe
casi jugando sobre los árboles
y los niños se juntan en ronda
porque trae chocolates.
E.D.A