Yo sé que me quieres, adoras que esté cerca de ti, esos masajes y la brisa de las caricias, de las palabras tranquilas, derrotadas, ¿Verdaderas?, Verdad de amar, si sonríes al leer estos textos, derrota de la mente y no poder pronunciar al escuchar tu nombre, tan distinto el parecido del odio que sienten tus ojos de abandono, luz cegadora, foco de mis problemas, enfoca mi corazón roto, arreglado el cuerpo nuestro cuando juntos estábamos, perfecta alma partida por tus últimos abrazos, tan contraria la igualdad de nuestras condiciones, ¿Qué hay del enfrentamiento de estos conceptos unidos por la sociedad y filosofía de amar y odiar? Dime ¿Cuál es la línea que lo separa? Que yo la saltaré.
Eres la preciosidad que envidia la luna por deslumbrar más que las propias estrellas, eres por lo que lo dejaría todo y haría un túnel, no para ir a la luz, para ir a ver la oscuridad de todos tus pensamientos, tan perfecta, tan hermosa como la noche más tranquila en la playa en frente del mar y aún así te odio por no saber llenar el hueco de tu corazón, que fea es la frialdad de los pensamientos que vienen cuando no estás.