Seguramente un día nos veremos
yo desvestiré la lluvia
tú abrirás el atardecer en flores
y tu corazón lleno de pájaros
traerá risa de boleros sin agonías.
Seguramente nos veremos
y tu mirada desatará torrentes
en los muros de mi carne
y atropellaremos de nuevo al tiempo
embistiendo otra vez a la vida.
Seguramente un día nos veremos
entonces la nada ya no tendrá tu rostro.
Será cuando mi poema te alcance
en la urgencia de tus tardes
al vernos volverías a hundirte en mí
y chorrearía el amor en la carne de mi alma.
Poemas de Pepita Fernández
(Argentina)