Éxtasis
Anoche, pensando en tí,
revivía
nuestro primer encuentro,
coronado por aquel beso,
inolvidable encanto,
que se mantiene arduo
en el tiempo.
Ambos, trémulos,
rendimos culto al amor
y nos unimos en versos,
que rimaban en el puerto
a la hora del sexo.
Cuerpos fusionados,
aferrados y sedientos,
hacían de la posesión,
el clímax.
No hubo forma de apagar
la brasa,
escuchando la serenata,
tu canción,
en medio de tu aroma,
la pasión.