escarbando entre mis recuerdos, vi la imagen de tu rostro.
quise colmarla de besos, mas no pude.
vi cada momento que vivimos; mis ojos se pusieron llorosos.
todo me pareció como agridulce.
me acorde entonces de las palabras que me decías.
un silencio, un suspiro, y más llanto
al recordar lo que perdí y que contigo tuve.
quise blasfemar contra Dios, más algo me retuvo:
la conciencia que me gritaba, lo necio que fui,
y mi corazón ciego y testarudo.
en mi había florecido una esperanza
que lentamente me hacía creer
que volverías a mi lado en algún mañana;
más sé, no volverá a ser...