Desperté envuelto en frío…
abrazado a la nostalgia.
Amanece diferente esta mañana,
se presagia en el ambiente…
algo así como un conjuro,
huele a incienso y palo santo.
Se respira un gusto a calma,
un sosiego placentero para el alma.
Y se escuchan a lo lejos,
en la iglesia de mi pueblo,
el repique de campanas.
Hoy el sol se fue de viaje…
y la bruma se apodera del paisaje.
Ya la nieve va cubriendo el escenario,
y no deja de caer…
va pintando de un matiz inmaculado…
las caminos y tejados.
Es un día especial, no queda duda.
Los humanos despertaron afectivos,
no es usual verlos así…tan amables y sinceros,
se vistieron con su traje de cordiales.
Debe ser que la magia se ha cumplido
que el espíritu divino…. los ilumina
que la blanca navidad los ha cambiado.
Desperté envuelto en frío…
abrazado a la nostalgia,
y sin embargo…
a pesar de la tristeza que me aflige,
a pesar de esa fría emoción que me precisa…
no estoy solo.
Allá,
muy lejos…
en los confines del silencio,
sé que hay alguien que me extraña…y que me ama con delirio,
más allá de la distancia…mucho más allá del tiempo.
Amanece diferente esta mañana,
huele a incienso y palo santo,
y repican las campanas en el templo.
Otra triste navidad acompañada de añoranzas.
Otra triste navidad irremediablemente resignado.
Otra triste navidad sin tu presencia…mi amor lejano.