Me acerco a ti,
te busco entre las sombras,
para admirarte.
Para charlar,
mirando al horizonte
del ancho mar.
Así veremos
pasar a muchos barcos
en lontananza.
Entre las olas
irán nuestras palabras,
en un susurro.
Besos y versos,
rimados y abrazados
para tus labios.
Para que sean
la luz de tu mirada
en tantas noches.
Y es que, lunita,
te busco y te preciso,
por tu bondad.
Por ser la madre,
la hermana y compañera
de mis silencios.
Así, mis sueños,
renacen cada noche
en tu regazo.
Me acerco a ti,
preciso tus caricias,
y tu sonrisa.
¡Lunita blanca,
la magia de tus ojos,
hoy la preciso!
Rafael Sánchez Ortega ©
24/12/22