Háblame muy bajito,
dime cuánto me quieres,
todo cuánto anheles
cerquita y al oído;
yo seguiré contigo
más allá de la muerte,
a tu lado por siempre
oculto en tus suspiros;
el amor que he encontrado
se tornó una obsesión,
entre tu suave regazo
halló la luz del sol;
todo el día te llamo:
dueña eres de mi amor...