Es ella el amor, el amor de mi vida,
Niña de raza casta y sencilla
Engalanada con la felicidad que reflejan tus mejillas
Es ella, llama de amor encendida.
Tenue luz que da vida a sus gavillas,
Cual serpentinas acariciadas por el viento
Hoy te entrego este puro sentimiento,
Acompañado de estas rosas amarillas.
Hay mi amor deseada y poseída
En lo más íntimo de mi universo
Deja que mis manos cierren esa herida.
Tallada en tu cuerpo cual más hermoso verso
Que brotar pudo de la inspiración
Es por ello que, de tu amor, soy fiel converso.
Angel Rafael Anaya Puerta
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