Parece que arrancar los días
y tachar grafías incrustadas de color
apaciguan el don
y lo asemejan a la calma.
Así me siento
despues de este invierno
[gran esfuerzo].
Vienes a mis ojos
ya muy de vez en cuando,
aunque hay ratos
que todavía reverberas.
Con tu ocasional dulzura
todavía pides paso
en medio de la no redención.
Y te sueño otra vez,
enredada entre las sábanas caladas
de nuestro antiguo amor yacente.