Despierto, con cierta extrañeza,
huele a jazmín a mi alrededor,
bajo el sol de este día que empieza
la vida vuelve a tener sabor.
Canta el zorzal con su viveza
melodías teñidas de color,
y allá, en la naturaleza
afloran pétalos en la flor.
Nadie puede ver mi grandeza
porque brilla desde el interior.
Mas libre soy ante esta belleza,
pues sólo ella opaca este dolor.