Musa, mujer y dueña del arte
Dame los ojos para reflejarte
En los espejos cristalinos
Nacidos de tu extirpe belleza,
Dame un corazón que en latidos
Choque irruptuoso ante esa
Que ha de ser la inspiración
-Velo blanco sueño onírico-
De poema y alabación,
De mi amar y lo lírico,
Que sea cada oración,
Que sea cada verso
Y cada escrito
De mi alma.