Rafael Escobar

\"UN CANTO A LA VIDA\"

 

 

Es merced del humano, disfrutar de la vida,

encender sus antorchas y gozar sus encantos;

y prender de ilusiones, la fogata que impida

las tristezas del alma, los pesares y llantos.

 

¡Que jamás aflicciones alegría trituren,

sin que esperen de dioses sus divinos favores;

y que siempre en sus sueños, sus anhelos fulguren

con la luz esplendente de preciosos colores!

 

¡Que jamás los  rencores, en sus pechos se aniden,

y la dicha les cubra de alborozo sus horas;

cabalgando centauros que nostalgias liquiden

adornando sus días de radiantes auroras!

 

¡Que las sombras siniestras, que persiguen sus pasos,

que la fe las derrote con serena osadía;

y que nunca su vera, se la nublen fracasos

y los vista esperanza de tenaz gallardía!

 

¡Que coraje detenga la saeta espinosa

que pretenda quitarles su virtud visionaria;

y que sea su aliento, la trompeta gloriosa

que pregone a los vientos, su prosapia templaria!

 

¡El mejor aliciente, que nos guarda el destino,

es gozar de la vida su magnífica gloria;

al beber los jarrones del olímpico vino,

que despierta del hombre, la inquietud de victoria.!

 

¡Con la huella inefable, de los años vividos;

la existencia se nutre de bizarra firmeza;

y por eso al futuro, de estoicismo vestidos,

enfrentarlo debemos, con suprema entereza!.

 

Autor: Aníbal Rodríguez.