Una espina se clava perforando
sentimientos que caen desprendidos,
como pétalos secos, desvalidos;
el dolor inclemente va dejando
en el alma jirones demolidos.
Aparecen momentos de ventura,
de colores se viste el panorama,
son imágenes para un epigrama,
pero igual aparece la negrura
y convierte la vida en un gris drama.
Si se pierde un amor hay un vacío,
se convierte en dolor del corazón,
una herida que acaba la pasión
convirtiendo la vida en duro hastío.
¡Imposible escuchar a la razón!
Si la magia de amor desaparece,
morirá la esperanza rutilante
un sabor muy amargo, flagelante,
un pesar en el alma, que entristece,
y se troca en la pena sofocante.
¡Pero nada es eterno, todo acaba!
El amor se transforma renaciendo,
en el fondo del pecho va volviendo
con la fuerza y pasión que acostumbraba
y el pasado se va desvaneciendo.