Barriletes de mi infancia
intentando ser el viento
de papel de diario y caña
matando el aburrimiento
Luciérnagas en un frasco
solcito en la oscuridad
a la espera del llamado
que reunía mi hermandad
Demasiado ayer quedó
las buenas noches y el beso
Que nuestra madre nos daba
La felicidad era eso
¡Ay! preciosa infancia libre
revuelo en mi pelo al viento
Aún hoy cierro los ojos
Y parece que te siento
Colchoncito de hojarasca
que había que patear
charquitos de agua de lluvia
que me gustaba pisar
Y mi abuela con el mate
caminando sin final
de la mañana a la noche
con su eterno delantal
Rodillas siempre raspadas
tanto me hicieron llorar
no imaginé que algún día
las habría de extrañar