Walter Trujillo Moreno

LAS CUATRO ESTACIONES

INVIERNO

Invierno, la puerta al frío y una oda al silencio y quietud, empieza a la mitad del último mes del año; la navidad cuando se cubre de escarcha y copos de nieve, se vuelve idílica, romántica y hasta mas santa. Empezamos enero, los planes del nuevo año lo fábricas en casa, en un lugar caliente y cómodo; detrás de tus ventanas bien cerradas sopla un viento gélido e irresistible, los dias son cortos y las noches largas y oscuras, con poca claridad y sol, sol que nunca calienta, el frío lo tiene controlado, el cielo no tiene estrellas y está cubierto de nubes espesas y oscuras. 

Las calle llena de gritos y risas de ñiños, corren, tropiezan y construyen muñecos con nieve o simplemente devuelveme la nieve al cielo, el niño no tiene miedo al frio o la nieve; juega, ríe y se vuelve más puro e inocente, 

La nieve, la oscuridad y sol gelido, te vuelven dócil y calmo, caminas lentamente sobre la nieve, la nieve es blanca, azul y llena de cristales, cae como lágrimas secas, se retuerce, cruje y se queja de tus pisadas y pasos gigantes. 

El aire es fresco, limpio y pesado, tus pasos son lentos, firmes y dejan huellas pequeñas, profundas y sin forma definida. Tu vestido es gris, grueso y caliente, tus zapatos son anchos, sólidos y de alto perfil. En el frío no piensas, caminas sin mirar, sin dar crédito a tus problemas, atento a no resbalar, caer, dañarte o golpearte.

La nieve son cristales diminutos, en forma de estrellas, blanca como los espíritus y tierna como la harina de trigo. 

La combinación de sol, cielo azul, árboles cubiertos de nieve y suelo blanco y lizo, son la ilusión del invierno y la perfección de la muerte en un espacio de silencio y frio, un cielo blanco lleno de ángeles diminutos.

Hoy en la mañana oscura, contemple un hombre largo, delgado y de traje gris, sin rayas ni colores, le salía humo y vapor a través de su bufanda, parecía hundirse en la nieve y renacia y crecía con cada paso, su mirada era ausente y la nieve cubría sus cejas y pestañas, al parecer caminaba perdido en sus fantasías y cerraba los ojos, cuando no escuchaba ruidos o sentía objeto alguno, creo que era el espíritu del invierno o la figura que el invierno adapta para estar cerca de los hombres, la muerte súbita del tiempo.

El invierno nos deja pensando, ansiosos, tristes, hastiados, llenos de melancólia, con la nostalgia de tiempos mejores.

 

PRIMAVERA 

En un abrir y cerrar de ojos, llega la primavera, flores minúsculas en violeta y blanco brotan sobre la nieve derretida, el sol se sacude el frío, las ardillas celosas saltan de rama en rama, los pétalos de los árboles empiezan a despuntar, lentamente el verde se apodera del paisaje, tienes ganas de caminar, recorrer las calles cercanas y lejanas, sacudes la pasividad y letargo de tu mente y cuerpo, tu espíritu se vuelve joven, ágil y muy resistente. 

El tiempo de cambiar ha llegado, crecer y renacer con las plantas, flores y árboles; los pensamientos se vuelven claros, nuevos y se bañan en colores los deseos, las esperanzas y sueños.

Nunca es tarde para brotar como la Naturaleza en Primavera, ni para creer reencarnarse este año y las veces que sean necesarias. Hoy me siento muy feliz de existir, de nacer nuevamente y revivir inmensamente grande.

Un dia cualquiera de inicio de Mayo salí a pasear por un bosque lleno de facetas de verde, olor a cálido y fresco, las aves de colores y grandes tamaños regresan de su peregrinaje, me pareció ver un colibrí diminuto y fosforescente, era una mariposa inquieta recién nacida y perfumada; el agua del río y lago es cristalina y dulce, las flores crecen sin miedo ni complejos; mis pulmones y cerebro están llenos de oxígeno renovado y licuado. Hoy salí a descubrir la naturaleza, sin tocarla ni arrancarla, solo sentirla com las yemas de los dedos, mis pupilas celosas y mi nariz sensitiva.

Lentamente el sol calienta mis dolores, aleja mis demonios nocturnos, el primer crepúsculo se lleva mis dudas e inquietudes.

 

VERANO

Tres sílabas para tanta vida, amor a la Naturaleza, al mar azul, verde y celeste, al alba en destellos, a las noches cromáticas y bellas y al balcón con vista al cielo lleno de luceros, planetas y estrellas.

Seis letras que suenan a cura, oración, mantra o canción incompleta; seis palabras calientes, con sabor a comida fresca, fruta dulce, pescado al grill y a tiramisu lleno de amareto de durazno.

El verano parece eterno, etéreo, sol sin sombre y un mar infinito. Paseo por el mar, persiguiendo delfines, ballenas, olas gigantes, viento fresco y miradas inquietas y curiosas. En el mar me siento bien pero pequeño, el mar inmenso es infinito, profundo, misterioso, milenario y lleno de secretos, el mar es simplemente un Dios gigante de mil pies, brazos y ojos, me gustaría ser el mar, aunque sea un segundo o un instante.

 

OTOÑO 

Mi estación preferida, la paleta de colores en un solo árbol; el transitar de las hojas, el viento y el cielo me dejan sin aliento; alucino y mi ojos no saben en que dirección apuntar o posar, me confundo en ese mar de colores y brillos, siento que si el cielo existe, será lleno de flores y hojas coloridas. Si tendría que morir, deseo que me entierren con las hojas secas y debajo de un árbol encendido.

Ayer salí a buscar el color que no existe sobre el papel o el lienzo, un color más allá del azul, amarillo y rojo, una mezcla primaria, con tintes dorados y manchas blancas y agujeros octagonales. Un color que no existe en la memoria, en los recuerdos, ni los cuentos de bosques y prados. 

Mis ojos están abiertos como dos soles gigantes, habidos y sedientos de color; no cesó de buscar ni explorar, me alegro, me indigno y musito: para entender la naturaleza viva debería ser árbol o al menos una hoja amarilla de arce otoñal, tomo una hoja rojiza y la recojo y la guardo en mi bolsa de recuerdos temporales.

Los colores del otoño son una ilusión, una forma de la luz, la lucha a no dejar de existir, las marcas para el caminante, los nidos y el plumaje de los animales sin alas ni pico.

Las estaciones son vida, amor, cambio, retorno, eternidad y una o mil posibilidades de ser iguales o diferentes.

By Walter Trujillo Moreno, 29 de diciembre, Venecia