El amor es un acto salvaje, descomunal,
Llega sin avisar, cómo una tormenta repentina
deja un rastro desolado y una lluvia vespertina.
Al partir quedan los vestigios de una lucha irracional.
Dolor sancho del amor, amenizas con llanto,
Eres señal inequívoca de que estamos vivos.
Quien te dio ese sutil canto.
Los manuales no escritos de los corazones aflictivos.
Para que amamos si al final lloramos.
Para que dejar senda de nuestros días.
Si siempre nos llevan a las melancolías.
Esta bien tener miedo, pero no en el paralizarse
Ahora que las venas irradian hay que despabilarse.
Está bien tener dudas, pero no en ellas escudarse.
La vida es dolor y gozo, solo basta con armonizarse.
La honestidad es el acto de amor
Reservado a las almas libres.
Solo basta que cuerpo y alma equilibres.
El corazón no es racional, es pasional.
Está bien entregarse, pero no humillarse,
El cerebro no es pasional, es racional.
Se tiene agotar la lucha, para rendirse.
Aun están firmes los molinos
Está bien equivocarse y regresar solos.
Al final, se suturan con puntos paulatinos.
Forjando la coraza para el anhelado retorno solos, solos, solos…