Hay dolores que se agrupan
profundos, implacables y frios
a lo largo de las nervaduras.
Porfiados, incontenibles,
misteriosos y recurrentes .
Tormentos camuflados
en el horado de los huesos
en la grupa de los tendones
o en la mortaja de las células.
Barqueros del quebranto
que atenazan la cordura,
y soliviantan las entrañas.
Jinetes de garfios aguijones
que se clavan con fiereza
en los rincones escondidos
de la paciencia y del alma.
Hay dolores que si duelen.