Ha pasado una década desde que me encontré con las ultimas palabras que venían desde la misma emoción, ha pasado el tiempo como una luz de bengala que ilumina lo que quiere pero no lo que queremos, ha pasado la historia de mi vida como un balde de agua fría que al regarse no encuentra ningún camino.
El espacio se ha vuelto un manual de procesos que se encuentra lleno de aventuras programadas, de compromisos y lealtades firmes, de cumplir con las causalidades sociales donde esta escrito el como proceder.
Y se vive de acuerdo al manual, con las fibras de las emociones escondidas que se cerraron hace 10 años por mantenernos esquivos a una guerra sin soldados y sin cuartel.
Derrepente ante mis ojos, el sol deslumbra un paisaje que aruña el escudo protector y de manera inexplicable se filtra por las fibras de las emociones sublimes y trata de llegar al corazón; esto no esta en el manual de procesos, no lo veo venir a pesar de a ver visto varios paisajes día tras día, y los pensamientos se apoderan por momentos del futuro, la razón caduca en instantes y el presente es insólito, me atrevo a formular diferentes recetas de pasajes no vividos, me atrevo a dar un espacio a esas emociones que estaban guardadas pero que ahora son nuevas.
Luego cae la noche y tengo que volver a la gravedad, el paisaje no se a ido, el que tiene que irse soy yo por cumplir los procesos administrativos sociales.
Finalmente vuelves a soñar antes de dormir.