edwin toninho

la tranquilidad de las nubes

Sólo aquellos

que siempre están mirando al cielo

notarían que hoy

las nubes pasan lentamente y,

al pasar, cambian sutilmente

su forma y el claroscuro

de sus sombras.

Sin duda alguna,

por la fuerza de la naturaleza,

ejercen influencia sobre

las personas y todas las cosas;

que incluso el tiempo

parece pasar lentamente. 

 

Quizás, sea por eso,

que mientras yo he estado hablando

por un buen rato,

tú no has dicho nada. 

Sin embargo

con un lenguaje indescifrable

que hemos hecho

para que sólo tú y yo

nos entendamos,

libre de palabras

que en todo caso se quedarían

cortas, por lo tanto

sin sentido, inútiles y obsoletas,

tú me tomas de la mano con ternura y

yo te acaricio con el pulgar,

para que tú sepas

que yo siento lo mismo.

 

Sobre las nubes y

muchas otras cosas,

todos aprendemos en la escuela. 

Pero a menudo,

cuando esas cosas que sabemos

 carecen de utilidad,

pierden importancia y

pronto las olvidamos. 

Pero lo que es significativo

suele estar presente

en todo lo que hacemos.

No es de extrañar

que yo te encuentre

en todas las cosas que me rodean,

con un significado intrínseco.

 

No es para que todo el mundo

lo entienda, estoy consciente. 

Es un asunto ordinario de dos

que se aman,

porque incluso aquellos
que siempre están mirando al cielo

tendrían que saber de ti

para entender que hoy,

en el contorno de todas las cosas,

facilitando circunstancias,

el aire lleva generosamente:

La tranquilidad

de las nubes que pasan,

cuando no dices nada.