Ángeles negros
andaban despistados
por las ciudades.
¿De dónde vienen?
(la gente preguntaba)
¿Adónde iban?
Nadie sabía
decir unas respuestas
a esas preguntas.
Aquellos ángeles
pasaron y se fueron
en un momento.
Eran los días
de fiesta y Navidad,
ahora recuerdo.
Quizás querían
decirnos muchas cosas
con su presencia.
Que hay otros ángeles
y no todos son blancos.
precisamente.
Que también cuidan
y son los guardaespaldas
de hombres y niños.
Que están muy cerca
y son nuestros amigos
sin condiciones.
Ángeles negros,
y blancos y amarillos,
¡No os vayáis!
Que Navidad
renazca cada día
entre nosotros.
Y que vosotros,
nos deis una sonrisa
como regalo.
Rafael Sánchez Ortega ©
01/01/23