A veces es necesaria y mandatoria la meditación y el silencio,
la soledad para discernir el fuego del humo,
para equilibrar tu fuerza y tu espíritu,
el estudio continuo de tu entorno y de ti mismo.
No me gustan los escenarios intermedios,
paso de días con infinita y permanente socialización,
a días de momentos únicos, los más solitarios,
mi carácter parece el de un comercial o un ser de socialismos.
Es mi máscara de equilibrio, el ser simpático,
pero esa máscara se debilita,
no puede ser diaria, como máximo en días alternos,
es un esfuerzo por no perder las formas, lo que yo más valoro.
Además cuando lees, cuando estudias,
vives fuera quizá más, en otras vidas,
ser culto solo es posible si eres algo solitario,
los superficiales hablan de trivialidad y ufania.
Lo superficial de siempre me asusta, me distancia,
prefiero siempre conversaciones duales y ricas,
no creo en bares , ni en grupos heterogéneos,
alguna vez, por obligación, he estado , pero ahí no aporto .
La trepanación del silencio, la meditación,
ayuda a buscarse a uno mismo, al necesario relativismo,
a encajar el subjetivo fracaso, y a olvidarlo,
la vida es una sucesión de vidas y días distintos.🤔