A los que ya se han marchado
pues terminó su camino,
a todos nuestros amigos,
a nuestros seres amados;
a todos los que iniciaron
algún nuevo compromiso,
los que estuvieron conmigo,
a los que no me aceptaron;
a todos, sin excepción,
les deseo de verdad,
paz, alegría y lo mejor:
que al fin logren aceptar
esos caminos de Dios
y encuentren felicidad...