Cómo buen poeta me enamore de las palabras, de las letras que estás componen de la manera en la que se entrelazan y sentimientos que nunca imaginamos ahora brotan con algo tan simple como leer
Cómo poeta claro sufrí bajas de inspiración, que mal la pasé en esos momentos, más sin embargo también comprendí que de la poesía uno no se puede aprovechar, porque hombre al final es hombre y nuestro ego nos hace pensar que somos más que la poesía olvidando quien encontró a quien
Durante mi vida decena de poemas escribí unos buenos otros malos más de los segundos a decir verdad, las palabras me encontraron y yo solo las ordené, con ellas pude jugar, componer poesía y al escribirlos incluso querer llorar
¿Cuántos poemas escribí? ¿Cuántos poemas leí? ¿De cuántos escritores tuve la dicha de aprender? Aun sin ellos estar presentes; la cuenta por supuesto no la llevo más sin embargo algo bien aprendí, podrá haber cientos de poemas, escritores, sonetos, etc., pero nada se compara a esas dos palabras
Esas dos palabras que al decirlas con el corazón y no con la boca suenan incluso diferentes, esas dos palabras que juntas pueden más que cualquier problema, esas dos palabras que pueden estremecer al corazón más lastimado, esas dos palabras que no deben ser dichas a la ligera, esas dos palabras que al escribirlas o decirlas a la persona correcta, es sinónimo de darle un elixir al corazón,
Dos palabras bastan, dos palabras me sobrarán para confesar lo que siento, con dos palabras he de desnudar mi alma entera, con dos palabras mi bien amada podrás entender lo que siento solo con dos palabras.